Se termina la decada y le digo adios al 2010 pidiendole encarecidamente que no regrese. Es un año que siempre recordaré, tanto por sus euforias como sus amarguras. Fue un año de altas y bajas, de triunfos y derrotas, de bienvenidas y despedidas, de perder y ganar amigos, de cerrar viejos capítulos para abrir nuevos, de grandes duelos de despedida... Fue un año de lucha constante.... lucha por conservar la patria, por estudiar, por amar, por querer, por mantener la cordura dentro de tanta barbarie. Desde grandes marchas hasta historicas huelgas estudiantiles, el espíritu de colectividad nacional de mi isla siempre estuvo presente este año. Pero de igual manera nunca faltó el imprudente desalentador que siempre busca robarle la gracia a la vida. Solo espero haber aprendido mis lecciones de este año (cualesquiera que puedan ser).
Me despido del 2010 proponiendome continuar las luchas inconclusas y cerrar las puertas dañadas para abrir nuevas. Le digo adios al año y no sin antes brindar:
Por la anciana adorada y bendecida,
por la que con su sangre me dio vida,
y ternura y cariño;
por la que fue la luz del alma mía,
y lloró de alegría,
sintiendo mi cabeza en su corpiño.
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